Washington, 5 abr (Prensa Latina) La Cámara de Representantes del estado de Oklahoma aprobó hoy un proyecto de ley que convertiría la realización de un aborto en ese territorio estadounidense en un delito grave, punible con hasta 10 años de prisión.
La normativa, aceptada con el impulso de los republicanos, irá ahora al escritorio del gobernador Kevin Stitt, quien anteriormente se pronunció a favor de cualquier medida contra la interrupción de embarazos que llegue a su escritorio.
La disposición, que ya cuenta desde el año pasado con el visto bueno del Senado local, prevé sanciones de cárcel y multas de hasta 100 mil dólares para quienes practiquen ese procedimiento, con la excepción de que se realicen para salvar la vida de la madre.
La cadena ABC reportó que decenas de personas protestaron este martes en Oklahoma contra la nueva regla, la cual se suma a otras similares adoptadas en otros estados también liderados por republicanos.
Ese es el caso de Texas, donde desde septiembre de 2021 entró en vigor una normativa que prohíbe realizar el procedimiento a partir de las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres ni siquiera saben todavía de su condición.
Además, el año pasado se presentaron proyectos con un lenguaje parecido o idéntico al de Texas en Alabama, Florida, Missouri y Ohio.
Se espera un pronunciamiento de la Corte Suprema de Estados Unidos este verano sobre una demanda centrada en la constitucionalidad de una ley de Misisipi contra los abortos después de las 15 semanas.
De ser aceptada como legal, habría un retroceso de las protecciones legales previstas desde el caso conocido como Roe contra Wade, cuya sentencia en 1973 estableció el derecho al aborto en el país.